Universalidad de la lengua
La experiencia de presentar Diario Vivo en México constituye una oportunidad de crear un corpus comunicativo en torno a la lengua española. La palabra será al mismo tiempo el vínculo para solidarizarse en las luchas comunes y en la defensa de valores universales y, al mismo tiempo, el foco que ilumine la diversidad y riqueza cultural de cada pueblo. La bitácora de un viaje de exploración del idioma y la pasarela por la que llegar a las mil y una maneras de entender la vida y dar sentido a la existencia.
Lucha contra la opacidad
La sociedad mexicana ha vivido inmersa por décadas en una cultura del ocultamiento y en un secuestro interesado del derecho a la información por parte de poderes que atraviesan el cuerpo social y se insertan en el corazón del Estado. Diario Vivo, con su formato íntimo y cómplice, puede convertirse en un foro para la sinceridad. Un lugar, aislado de las presiones habituales y de los relatos del poder, donde se aborden las veladuras del sistema: abusos, injusticia, machismo y patriarcado, delitos ambientales, peligros para la salud pública, exclusión, violencia, corrupción, desapariciones, derechos humanos y de los pueblos, exterminio cultural… Pero siempre desde el valor de la experiencia constructiva de la comunicación esperanzadora, evitando la sobredramatización y el victimismo. El empoderamiento cívico solo nace de un acercamiento libre y sin artificios al conocimiento. Las historias tienen un gran poder que debe administrarse con responsabilidad.
Voz a los silenciados
Existe la posibilidad de abrir un espacio para que la voz de los silenciados se haga audible y conecte a los actores de la compleja realidad mexicana. La reivindicación de las culturas indígenas como fuente de identidad y de valores esenciales de la Nación puede encontrar un cauce poderoso a través del testimonio y de la palabra. Porque las palabras dicen cosas diferentes si nos atenemos a la raíz antropológica desde la que nacen. Hablar de las cosas desde el respeto y la escucha puede contribuir a la comprensión y conexión de dimensiones de la realidad que hasta ahora tenían un recorrido en paralelo.
La ciudad como matriz y eje de vertebración
Un territorio tan rico y diverso como el mexicano, pero sometido a las inevitables presiones que construye el imaginario de la globalización, se presta a un proyecto con una dimensión conceptual fuertemente ligada al hecho urbano y al lugar. Diario Vivo se construye desde la ciudad y conecta con el auge de los movimientos municipalistas, que luchan por formas de autogestión basadas en la proximidad, la solidaridad y la vida comunitaria. El lenguaje aflora como un bien común esencial para las nuevas formas de construcción de sentido. Algo que puede irradiar, desde el ámbito municipal, nuevas lecturas de la organización social y política del territorio.
Acervo cultural
A nadie escapa que México tiene una riqueza especial para contar el mundo. Vivir México es vivir miles de historias sutiles, cotidianas, sorprendentes y liberadoras de nuevos sentidos. El fértil sustrato de la narración que propician las industrias culturales se abona con el relato vivo de la prodiga cotidianidad que se expresa en las calles y en los hogares. Un Diario Vivo mexicano puede ser más diario y más vivo si los responsables de encauzar estos relatos sabemos abrirnos al infinito magma de la vida. Las historias vendrán desde quiénes las moldean con paciencia y talento, pero también desde el corazón de la realidad. La que se renueva día a día en las comunidades, los tianguis, las plazas, las cantinas, las arenas o las alcobas.